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La larga batalla legal entre Ripple y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha sido un tema de intensa especulación y discusión en la comunidad de criptomonedas desde su inicio en diciembre de 2020. Este enfrentamiento comenzó cuando la SEC acusó a Ripple de recaudar ilegalmente más de $1.3 mil millones mediante una oferta de valores no registrada. Ripple, por su parte, ha defendido vehementemente su posición, argumentando que su criptomoneda nativa, XRP, no debería ser considerada como tal inversión, esquivando así la jurisdicción de la agencia.
Recientemente, este enfrentamiento judicial avanzó hacia la fase de juicio, marcando un notable desarrollo después de más de tres años de disputas legales. La entrada en la fase de juicio está marcada por obligaciones y desarrollos múltiples que ambas partes deben cumplir, incluyendo órdenes recientes del juez, que parecen favorecer a Ripple. La designación del Juez Magistrado Sarah Netburn al caso ha sido vista por muchos participantes de la industria como un indicio positivo para Ripple, especialmente considerando la opinión previamente expresada por Netburn sobre la utilidad de XRP, destacándolo de otras criptomonedas como Bitcoin y Ether.
El precio de XRP ha mostrado reacciones positivas ante cada una de las victorias parciales obtenidas por Ripple durante el 2023, lo que ha llevado a analistas a prever un auténtico “bull run” si Ripple resulta victorioso tras el juicio. Sin embargo, es crucial entender que el comienzo del juicio no implica necesariamente que una resolución final esté inminente. Estos desarrollos judiciales tienen el potencial de impactar significativamente no solo en el precio de XRP, sino también en el panorama regulatorio y jurídico de las criptomonedas en general.
La expectativa de un “bull run” de XRP si Ripple gana el caso es alta entre inversores y analistas, aunque es probable que una resolución final se retrase en los próximos años. Este caso no solo tiene implicaciones para Ripple y XRP, sino que también podría establecer un precedente importante para la clasificación y regulación de criptomonedas en los Estados Unidos. Dada la complejidad y los matices legales de este caso, la comunidad de criptomonedas permanece atenta a cada desarrollo, esperando ansiosamente los resultados y su impacto en el mercado.
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