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Brian Armstrong, CEO de Coinbase, considera que en la construcción de su reserva estratégica de criptomonedas, Estados Unidos debería concentrarse en Bitcoin. En comparación con el oro, afirma que es la mejor opción. Además, opina que simplificaría las cosas y reduciría los riesgos asociados con poseer diferentes tipos de criptomonedas. Armstrong señaló que la reserva a largo plazo más segura es Bitcoin. A diferencia de otras criptomonedas, Bitcoin es generalmente considerado como un almacén de valor confiable, con fundamentos sólidos y estabilidad. Destacó que Bitcoin es el activo digital más establecido según gobiernos y grandes instituciones financieras. Su declaración surge en el marco de la preparación de EE. UU. para establecer una reserva estratégica de criptomonedas, la cual podría incluir a Bitcoin, Ethereum, Solana, Cardano y XRP. El último anuncio del presidente de EE. UU., Donald Trump, sobre la reserva ha desatado debates sobre qué otros activos deberían ser incluidos.
Aunque Armstrong respalda una reserva únicamente en Bitcoin, también propone otra opción. Sugiere que EE. UU. podría establecer una reserva basada en la capitalización de mercado, lo que implicaría mantener diferentes criptomonedas en proporción a su participación en el mercado. Esta estrategia permitiría tener una variedad de activos, pero seguiría favoreciendo principalmente a Bitcoin. Además, se adaptaría con el tiempo a medida que cambien las dinámicas del mercado. Sin embargo, el gobierno de EE. UU. aún no ha tomado una decisión final sobre la estructura de la reserva. Los funcionarios no han confirmado si Bitcoin será el único activo o si se optará por una combinación de criptomonedas. El debate continúa, con opiniones divergentes sobre la estrategia adecuada.
Algunas personas argumentan que una reserva diversificada es más segura porque distribuye el riesgo entre más de un activo. Por otro lado, hay quienes concuerdan con Armstrong y consideran que Bitcoin por sí solo sería una elección más segura y confiable. La decisión final podría influir en cómo el gobierno de EE. UU. aborda las criptomonedas en los próximos años. El concepto de Bitcoin como un activo de reserva está ganando popularidad a nivel internacional, con algunos países como El Salvador que ya han añadido la principal criptomoneda a sus reservas nacionales. Si Estados Unidos sigue un enfoque similar, podría afectar la forma en que otros países tratan los activos digitales. La postura de Armstrong refleja un cambio más amplio en cómo los gobiernos y las organizaciones ven a Bitcoin. A pesar de las discusiones en curso, el estatus de Bitcoin como el activo digital dominante permanece sólido.
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