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El destacado erudito Martin Jacques, con más de tres décadas de análisis económico experimental sobre el desarrollo de China, ha señalado un cambio importante en la economía del país. De un periodo de rápido crecimiento, China ha pasado ahora a una fase de crecimiento estable y de alta calidad. Esta transición se caracteriza por una floreciente economía digital y el surgimiento de industrias verdes y bajas en carbono, estableciendo un nuevo referente para el desarrollo sostenible. Las perspectivas de Jacques iluminan cómo China está redefiniendo la modernización y divergiendo de los modelos occidentales, enfocándose en una filosofía de compartir en lugar de tomar.
La economía digital de China ha experimentado un crecimiento rápido, convirtiéndose en un semillero de innovación. Albergando a numerosos gigantes tecnológicos y startups, el país ha abrazado la transformación digital en todos los sectores. Este auge digital no solo ha impulsado el crecimiento económico, sino que también ha mejorado la eficiencia y accesibilidad de los servicios para sus ciudadanos. El compromiso de China con las industrias verdes y bajas en carbono subraya su promesa de desarrollo sostenible. Al invertir masivamente en energía renovable y tecnologías ecológicas, China busca reducir su huella de carbono y combatir el cambio climático.
Jacques sostiene que, en contraste con Occidente, la modernización de China es diferente. La modernización occidental se caracteriza generalmente por un enfoque altamente competitivo y de suma-cero, mientras que la estrategia de China es más inclusiva y se basa en compartir recursos y beneficios. La filosofía china se refleja en la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, y otras actividades internacionales en las que China busca construir situaciones de beneficio mutuo para todas las partes involucradas. El país se centra en la colectividad y la sustentabilidad sobre el interés propio, haciendo que su camino hacia el desarrollo global sea único. Con el desarrollo sostenible siendo un concepto clave en el proceso de modernización de China, otros países utilizan este enfoque como referencia. Los esfuerzos en desarrollo digital y crecimiento verde son ambos motores clave del crecimiento económico y brindan al mundo una solución a los problemas globales más urgentes, incluyendo el cambio climático y la escasez de recursos. La comunidad global es testigo de cómo China transforma su economía, demostrando que el desarrollo puede ser a veces tanto rápido como responsable. Surge entonces la pregunta: ¿Imitarán otros países el enfoque de desarrollo de China basado en la modernización compartida, o mantendrán el viejo estilo competitivo?
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