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El intercambio de criptomonedas Binance está actualmente enfrentando cargos criminales en Nigeria, lo que ha generado considerable atención en el ámbito financiero y tecnológico. La situación se complicó aún más cuando, el 4 de abril, Binance careció de representación legal durante una audiencia judicial en la nación africana. Sorprendentemente, la única persona presente fue el jefe de cumplimiento de Binance, Tigran Gambaryan, a quien el gobierno nigeriano ha detenido desde fines de febrero. Esta ausencia de representación legal plantea preguntas significativas sobre la estrategia legal de Binance y los desafíos que enfrenta en Nigeria.
Se esperaba que el procedimiento judicial avanzara durante la audiencia, pero el Tribunal Superior de Nigeria decidió posponer el caso hasta el 19 de abril. Hasta el momento, Binance no ha emitido comentarios sobre esta situación, manteniendo un perfil bajo ante las crecientes incertidumbres en esta jurisdicción. Esta postergación añade una capa de complejidad a la ya tensa relación entre Binance y las autoridades nigerianas, que acusan a la plataforma y sus ejecutivos de no registrarse ante las agencias locales pertinentes y de evadir responsabilidades fiscales, incluida la facilitación para usuarios que evaden impuestos.
El conflicto de Binance con el gobierno nigeriano se remonta a las acusaciones sobre su presunta implicación en la exacerbación de los problemas de divisas extranjeras en el país. Pese a consistentes negativas por parte de Binance, las autoridades nigerianas han presentado quejas criminales contra la empresa y sus ejecutivos, Nadeem Anjarwalla y Gambaryan. Anjarwalla, ciudadano británico, logró evadir la custodia nigeriana en marzo y actualmente está siendo juzgado en ausencia. El gobierno incluso ha solicitado la ayuda de Interpol para facilitar su extradición, lo que ilustra la seriedad con la que Nigeria está abordando el caso.
Además de los retos legales, la situación personal de Gambaryan ha ganado atención. Su detención y la retención en Nigeria desde febrero han provocado una respuesta legal de su parte, alegando una violación de sus derechos humanos fundamentales. Binance, por su parte, ha pedido la liberación de Gambaryan, argumentando que él no toma decisiones clave dentro de la empresa. Este caso no sólo resalta los desafíos regulatorios y legales a los que se enfrentan las plataformas de criptomonedas en diferentes jurisdicciones, sino también las tensiones entre las operaciones globales de estas plataformas y las regulaciones locales, en un mundo cada vez más interconectado pero igualmente fracturado en términos regulatorios.
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