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Ryan Salame, un ex ejecutivo de la famosa bolsa de criptomonedas FTX, fue condenado a 7.5 años de prisión y una multa de $11 millones por su participación en crímenes financieros. La sentencia dictada por el juez Lewis A. Kaplan sigue al colapso de FTX en noviembre de 2022. Salame, de 30 años, fue condenado por conspiración para hacer contribuciones políticas ilegales y por operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia. Jugó un papel clave en FTX, supervisando su subsidiaria en Bahamas. Salame admitió su culpabilidad, alineándose con otros tres altos ejecutivos del imperio cripto que también se declararon culpables. Estas admisiones siguieron a una extensa investigación federal sobre las actividades fraudulentas de FTX, liderada por su fundador Sam Bankman-Fried.
La sentencia de Salame supera la recomendación de la fiscalía de cinco a siete años. Su equipo de defensa había solicitado un término de 18 meses, citando su cooperación con las autoridades y pérdidas personales debido al colapso de FTX. Salame fue instrumental en el crecimiento de FTX, gestionando sus operaciones en Bahamas y participando en gastos extravagantes. Su estilo de vida incluía automóviles de lujo, jets privados e inversiones en restaurantes. Además, fue un importante donante político, contribuyendo con más de $24 millones a las elecciones intermedias de 2022, principalmente apoyando a candidatos republicanos. Las contribuciones políticas de Salame fueron parte de un esquema más grande orquestado por Bankman-Fried. Los fiscales revelaron que Salame actuaba como un “donante interpuesto”, canalizando fondos en violación de los requisitos federales de divulgación.
Además de la prisión, Salame enfrenta fuertes sanciones financieras. Acordó renunciar a más de $11 millones, incluyendo una multa de $6 millones y $5 millones en restitución. Además, debe ceder dos propiedades en Massachusetts y un vehículo de lujo. Tras el colapso de FTX, los investigadores federales se centraron en Salame y otros participantes clave. El colapso reveló un fraude de $8 mil millones, implicando a altos ejecutivos en una serie de crímenes financieros. Bankman-Fried, la figura central en el escándalo, cumple una sentencia de 25 años por fraude y conspiración.
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