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La falta de protección de la privacidad se considera el pecado original de todos los blockchains públicos, desde el documento técnico original de Bitcoin de Satoshi hasta la más innovadora red que realiza 100 millones de transacciones por segundo con una finalidad de zeptosegundo. Históricamente, la privacidad del usuario se ha visto comprometida debido a la naturaleza pública de los ledgers de blockchain, donde algunos datos de las transacciones deben compartirse con nodos y participantes de la red para su funcionamiento. Este modelo de transparencia absoluta, si bien es fundamental para la verificación y el funcionamiento de la cadena de bloques, expone a los usuarios a vigilancia, coerción y consecuencias no deseadas, como la fuga de señales de comercio, lo cual es comercialmente inviable y erosiona el derecho a determinar el propio destino. La verdadera autogestión no puede existir si los usuarios no controlan sus datos; la privacidad es esencial para reinstaurar la libertad de los usuarios para seleccionar qué revelan y qué no al mundo exterior.
Las herramientas de privacidad criptográfica presentan varios defectos fatales, como sistemas centralizados que contradicen la esencia de la descentralización criptográfica, y el deseo excesivo de registrar datos, lo cual va en contra del principio de no rastrear la actividad del usuario o información personal identificable. Además, crear un estado completamente encriptado hace que los procesos y transacciones sean una “caja negra” para los usuarios y observadores, eliminando la auditabilidad pública que es una de las características de seguridad más significativas de las blockchains. Otros pecados incluyen la dependencia de fabricantes específicos, que introduce puntos únicos de falla y vulnerabilidades; y la complejidad innecesaria para los desarrolladores que deben aprender lenguajes y ecosistemas propietarios, lo que reduce la accesibilidad y portabilidad de las soluciones.
Finalmente, la inmadurez tecnológica de algunas soluciones de privacidad representa un riesgo no solo para la seguridad financiera sino también para la privacidad del usuario. La tecnología de privacidad debe ser resistente a ataques y mal uso, por lo que es crucial contar con auditorías extensivas, evaluaciones de defensores de la privacidad y pruebas de penetración. La iniciativa Web3 Privacy Now es un recurso valioso para evaluar los niveles de privacidad de las herramientas de privacidad criptográficas, ofreciendo una sólida base para los usuarios que buscan salvaguardar su identidad en línea y sus finanzas en este nuevo y complejo entorno tecnológico. Se resalta la importancia de construir sistemas de privacidad en cadena que preserven las razones fundamentales para usar cripto en primer lugar, como auditabilidad y descentralización, abordando así el desafío fundamental de la privacidad en blockchains públicos.
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