Iniciando su oferta de tokens criptográficos por $300 millones, World Liberty Financial, iniciativa de finanzas descentralizadas (DeFi) respaldada por el expresidente Donald Trump, ha revelado su enfoque principalmente hacia inversores internacionales. Hasta ahora, menos de 350 inversores estadounidenses se han involucrado en el proyecto, lo que plantea interrogantes sobre su atractivo nacional en medio de un escenario de escrutinio regulatorio liderado por la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC). Operando desde Wilmington, Delaware, pero gestionada desde Puerto Rico, World Liberty recientemente notificó su intención de vender solo $30 millones en tokens dentro de Estados Unidos. Una vez alcanzado este umbral, la empresa planea detener la oferta en EE. UU., a pesar de tener aproximadamente $288.5 millones en tokens de WLF aún disponibles para la venta.
En una entrevista en septiembre transmitida en X (anteriormente Twitter), Zachary Folkman, cofundador de World Liberty, indicó que la compañía tiene la intención de aprovechar la Regulación S, una disposición que permite la venta de tokens a inversores no estadounidenses sin los requisitos habitualmente impuestos por leyes de valores de EE. UU. La limitada participación de inversores estadounidenses puede derivarse del enfoque riguroso de la SEC en regular las criptomonedas, lo que ha llevado a muchos emisores de tokens a centrar sus esfuerzos en el extranjero. La participación de Trump, junto con la de sus hijos, Donald Jr. y Eric, se destaca en las presentaciones de la empresa, aunque el documento aclara que sus nombres se incluyen únicamente con fines informativos y no implican un respaldo oficial de la oferta.
En medio de un paisaje criptográfico complejo, Folkman discutió el potencial de ventas fuera de EE. UU. a través de la Regulación S, pero se abstuvo de detallar la distribución de tokens entre compradores nacionales e internacionales. Los inversores estadounidenses han sido abordados a través de una vía regulatoria diferente, la Regulación D, que permite a las empresas recaudar capital ilimitado de inversores acreditados, definidos como individuos con un patrimonio neto superior a $1 millón, excluyendo su residencia principal. Tanto la Regulación D como la Regulación S están diseñadas para agilizar los procesos de recaudación de capital para las empresas, siendo la primera más estricta en cuanto a protecciones al inversor y requisitos de divulgación.
A partir del 15 de octubre, World Liberty informó haber recaudado $2.7 millones bajo la Regulación D al vender tokens a 348 inversores. Por otro lado, datos de Kaiko muestran que alrededor de 17,000 direcciones únicas han tenido el activo al menos una vez, lo que sugiere un interés más amplio que posiblemente no se refleje únicamente en las ventas en EE. UU. La divergencia entre las ventas en EE. UU. y en el extranjero podría atribuirse parcialmente al anonimato brindado por la Regulación S, que no requiere que las empresas privadas divulguen detalles sobre la recaudación de capital o verifiquen el estado financiero de los compradores.
Folkman hizo hincapié en el compromiso de la empresa de cumplir con los estándares regulatorios durante su entrevista, afirmando que cualquier posible venta de tokens fuera de EE. UU. estaría limitada a personas no estadounidenses y cumpliría con las restricciones aplicables bajo lo que se conoce como la Regulación S.
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