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Aquí se presenta una tragedia griega de un espiral descendente en el arte, culminando en una obra vendida por una institución de la era de los caballos, respaldada por 100 años de filosofía destructiva, juegos de sombras desde la década de 1940, impresión de dinero inflacionario reciente y activismo descaradamente parcial. Vale la pena retroceder para ver el panorama general. Una nueva casa brillante en la colina de web3 pide a los artistas de la nueva era que se ajusten al antiguo entorno convirtiéndose en vehículos para vender basura aún peor, mientras excluyen a los OGs de la escena, asegurando que los productos no puedan eclipsar la idiocracia primaria… o al menos así parece al principio. Tal vez haya más de lo que parece. Este “círculo completo” se refiere a cómo ideas aparentemente progresistas en realidad se tratan de vender el futuro en un intento desesperado por salvar el pasado y controlar el presente. Al igual que imprimir dinero a expensas de las generaciones futuras, la era del dinero fiduciario sigue en pleno apogeo en el arte. La Gran Burbuja del Arte Contemporáneo fue una revelación cuando la vi al comienzo de mi carrera en el arte en 2008. Este artículo ofrece una perspectiva alternativa al popular show de bananas que domina recientemente el internet artístico de web3. Es un gran “¿Y si?”. Si puedes ser sincero, valiente y divertido, al estilo de Joe Rogan, es posible que te equivoques en algunas cosas, pero este artículo tiene muchas ideas que la mayoría nunca ha considerado como parte del mundo del arte. Mi intención es ser lo más justo posible y seguir salvando el arte de los últimos cien años de agendas que ya no le sirven, especialmente en el mundo de hoy donde las herramientas de descentralización pueden invitar a todos los excluidos a la fiesta, siendo casi toda la población de la tierra en este momento.
En primer lugar, SuperRare ha hecho un gran servicio a la comunidad de arte digital con impresionantes cifras de obras vendidas y desarrollo en la escena a través de su DAO, manteniendo las regalías de reventa de los creadores y luchando para que la escena se convierta en algo entre los primeros en el juego. Miles de artistas probablemente hablarán positivamente sobre todo esto. Entonces, ¿qué pasa? En resumen, la mentalidad corporativa que lidera el arte, una vez más. Esto no se trata solo de SuperRare, sino de toda la escena empresarial que emergió, pero también de algo que es personal para mí. En cuanto a las quince bananas seleccionadas, el dilema de SuperRare es evidente. No puedes eclipsar la patética banana paradigmática de la era preinternet y la clase burocrática, por lo que su equipo curatorial está atrapado eligiendo el extremo superior de lo que puede ser políticamente rentable. Eso termina siendo muy poco, mientras venden el futuro por el río contaminado.
La competencia de SuperRare celebrada sincronizada con la próxima subasta de una famosa banana de Sotheby’s marcó un nuevo mínimo en sustancia para la escena NFT, y hay mucho en qué reflexionar. No porque el arte fuera el peor, ya que establecer ese estándar es imposible en los NFT, sino por la combinación de complacer a un viejo jugador mientras se marginan a los OGs, por el bien de la recolección de engagement y dinero. La esencia del arte cripto, la banda dura de verdaderos artistas de vanguardia que desafiaron al sistema bancario central, ahora ha sido en gran medida eliminada de la vista. Eventos como este show de bananas, donde podrían haber brillado ante el mundo, en lugar de eso los empujaron más hacia las sombras. La dilución de la Vodka de esta escena es ahora equivalente a una botella congelada en el congelador. Y así sucesivamente.
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