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Family offices, conocidos por su espíritu emprendedor, están abrazando nuevas oportunidades de inversión. Aunque las criptomonedas representan el 5% de las carteras, una asignación que habría sido impensable hace una década, siguen estando divididos sobre el papel de esta clase de activos. Según el recientemente publicado Estudio de Gestión de Patrimonios 2024 de BNY Mellon, aproximadamente el 39% de las family offices encuestadas están invirtiendo activamente en criptomonedas o considerándolas, destacando un fuerte interés en esta moderna clase de activos.
Diversas motivaciones están impulsando las decisiones de inversión de las family offices que exploran las criptomonedas. Más de la mitad citan el deseo de mantenerse al día con las tendencias y oportunidades de inversión emergentes. Además, el 30% o más atribuyen su interés en activos digitales a la influencia del liderazgo actual o la próxima generación dentro de la family office. Sin embargo, algunos profesionales siguen siendo reacios a invertir en esta clase de activos. Las preocupaciones sobre hacking y cibercrimen surgen como los principales desafíos citados por aquellos que dudan en asignar fondos a ellas.
En enero de 2024, la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) otorgó la aprobación para los primeros fondos cotizados en bolsa (ETFs) que invierten directamente en Bitcoin. Esta luz verde regulatoria ha allanado el camino para que esos activos se conviertan en vehículos de inversión más ampliamente aceptados y accesibles en los mercados financieros convencionales. A pesar de ello, un abrumador 74% también señala un entorno regulatorio poco claro como una barrera para invertir en criptomonedas, cifra que aumenta al 80% entre los encuestados no estadounidenses.
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